3 técnicas para el desarrollo de la videncia:
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Técnica del sueño:
Este procedimiento es bastante delicado pero posibilita abrir los portales de la percepción.
Debemos acostarnos antes de dormir boca arriba y hacer una relajación profunda.
Esta relajación profunda terminará en el sueño y es loable que así sea.
Se efectúa de la siguiente manera: Debemos respirar profundamente e ir mentalizando cada parte del cuerpo comenzando por los pies y terminando en la cabeza. Debemos ir relajando cada parte.
Al terminar en la cabeza debemos concentrarnos en un punto en el entrecejo y pensar que de allí parte un punto de luz.
Debemos repetir cuando llegamos a este punto la siguiente frase: “Por el sueño me encuentro a mi doble, por el sueño me encuentro el más allá y veo”.
Esta frase la repites hasta que te quedes dormido.
Si no puedes quedarte dormido la primera vez, no importa, puedes repetir el procedimiento tantas veces como sea necesario hasta que realmente te quedes dormido en ese instante.
En sueños debes tener conciencia de que estás dormido.
Esto no es fácil, es un tipo de conciencia que está relacionada con el semisueño y que a veces sucede casualmente, pero ahora es importante que te propongas tener esa conciencia.
Puedes pasar varios días intentándolo, no importa. Lo importante es tener en claro el objetivo.
Una vez tenida la conciencia de que estamos soñando debemos mirar alguna parte de nuestro cuerpo y permanecer con la vista fija en esa parte del cuerpo. Algunos brujos miran las manos, otros suelen mirarse la punta de los pies. Lo importante es que mantengamos la vista fija en ese punto y que a partir de eso vayamos reconociendo desde que lugar nos estamos moviendo cuando miramos esa parte del cuerpo.
Una vez realizado este procedimiento debemos intentar hallar el punto en el cuerpo por el cual nos movemos en sueños. Luego debemos intentar ir hacia algún lado con el pensamiento.
Una vez realizado este procedimiento debemos intentar hallar el punto en el cuerpo por el cual nos movemos en sueños. Luego debemos intentar ir hacia algún lado con el pensamiento.
Todo este procedimiento no es necesario que lo hagamos la primera vez, sino que debe hacerse por etapas. Cada persona vivirá las etapas de distinta manera.
Esta técnica es muy antigua y la practicaban los brujos americanos. Por medio de ella y repitiéndola todas las noches podremos llegar a entender la mecánica por el cual se llega a la videncia.
Esta técnica hará que accedamos a la precognición sintiendo corporalmente lo que va a suceder en el futuro cercano y si profundizamos un poco lograremos saber lo que va a suceder en el futuro lejano, así como otras cosas.
Aunque siempre asociemos la videncia con los ojos, en este caso se trata de un procedimiento que lo que hace es que el cuerpo presienta lo que va a suceder y pueda conectarse con los aspectos internos de la percepción.
Por medio de este procedimiento practicado con constancia llegaremos a activar un cuerpo que tenemos y que es el que sabe todo lo que va a pasar y el que se conecta con los campos energéticos sutiles
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Técnica de la vela:
Este procedimiento es sencillo, consiste en utilizar una vela para abrir la percepción del tercer ojo.
Es sencillo de ejecutar pero no por eso menos potente o peligroso.
Debemos sentarnos en una habitación a oscuras preferentemente al anochecer o en el momento en el que el sol comienza a bajar. La habitación debe estar totalmente cerrada. Ponemos una vela blanca delante de nosotros y nos sentamos en el suelo en una posición cómoda.
Respiramos profundamente y comenzamos a mirar la vela.
En el primer momento debemos mirar la llama normalmente.
En el primer momento debemos mirar la llama normalmente.
Luego debemos acercar la vela a la altura de los ojos, a una distancia de un metro. Podemos usar alguna mesa para eso.
La vela debe estar exactamente a la altura de los ojos, ni más arriba ni más abajo y debemos comenzar a bizquear hasta que comencemos a ver dos llamas.
Luego debemos intentar unir esas dos llamas manteniendo los ojos abiertos.
Es un procedimiento que hacen los niños y podemos probar y jugar hasta lograrlo.
Si nos cansamos debemos quitar la vista de la vela y cerrar los ojos.
El tercer paso es concentrarnos en la vela y entrecerrar los ojos de manera que veamos la luz de la vela en forma algo turbia. Luego debemos intentar mirar la vela concentrándonos en el entrecejo, con los dos ojos entrecerrados.
Permanecer así mirando la vela la mayor cantidad de tiempo que podamos siempre tratando de concentrarnos en el entrecejo.
En un momento determinado cuando sintamos la vista cansada debemos proceder a cerrar los ojos y a intentar seguir viendo la luz de la vela con el entrecejo.
Este procedimiento se hace en forma natural pero no se logra ver la vela hasta mucho tiempo después de practicados todos los pasos.
Hay personas que logran ver la luz de la vela la primera vez que cierran los ojos y otras que no lo logran y tienen que insistir mucho tiempo hasta lograrlo.
Es conveniente no agitarse y siempre terminar el ejercicio si nos sentimos mareados o sentimos que hay algo que nos hace mal.
Es normal por otra parte que tengamos algunos mareos producto de la oscuridad y de la concentración excesiva en la luz, pero si el mareo persiste debemos terminar el ejercicio.
Podemos repetir este ejercicio las veces que queramos y debemos siempre hacer las distintas etapas, hasta la final, que es cuando intentaremos mirar la vela con los ojos cerrados desde el tercer ojo.
Este ejercicio es para abrir justamente el ojo de la videncia y debe practicarse mucho tiempo para lograr resultados óptimos.
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El peligroso ejercicio del espejo:
Este ejercicio no es recomendado para personas que son impresionables o que tienen ciertas debilidades relacionadas con el miedo.
Este procedimiento se da a ciertos brujos que ya están avanzados por eso no es recomendable para principiantes.
El ejercicio se hace de la siguiente manera: Se debe tener un espejo grande y una vela de color blanco.
Se debe poner el espejo delante de nosotros que debemos estar sentados, la vela debe ponerse detrás de nosotros. Es decir nos ponemos frente al espejo y con la vela detrás.
La habitación debe estar a oscuras.
Entonces debemos mirarnos el rostro reflejado en el espejo con concentración y mucho tiempo. Este ejercicio debe hacerse como mínimo media hora.
Nos concentraremos en nuestro rostro mirándonos en el espejo. Al hacerlo es posible que veamos cierta luz alrededor de nuestra cabeza. Debemos concentrarnos en ella y entrecerrar los ojos para profundizar esta mirada.
El objetivo es ver esa luz que se ve alrededor de nuestra cabeza. Cuanto más prolonguemos el ejercicio mejor.
Es posible que veamos otras imágenes alrededor y que nos asustemos al verlas, esto es producto de la mente, así que no debemos preocuparnos, debemos concentrarnos en la luz que rodea a nuestra cabeza, eso es lo único que nos debe preocupar y permanecer constantemente fiel a este objetivo.
Si nos asustamos podemos dejar el ejercicio y hacerlo en otro momento o hacer otro de los que te dimos aquí.
Podemos repetir este ejercicio las veces que queramos.
Es interesante ir aumentando el tiempo que permanecemos frente al espejo, cada día un poco más de tiempo.
Este ejercicio hace que podamos ver el mundo astral.
Esa visión del mundo astral se tiene que dar naturalmente. Nosotros tan sólo debemos hacer el ejercicio y repetirlo tantas veces hasta que se de en nuestra vida cotidiana la visión astral.
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