Mucha gente se queja hoy en día de lo mal que está el tema del trabajo y el dinero y acusan al gobierno de los recortes, se estresan porque su jefe les despide o sus compañeros les hacen mobbing. Creyendo así, que están separados y son víctimas de estas malas personas.
Pero es todo lo contrario. Nos han enseñado que tenemos que trabajar de lo que sea, que a nadie le gusta trabajar pero hay que hacerlo porque es lo que hay que hacer, y el que se niega y se decide a ganar dinero haciendo algo que le guste aunque gane menos, le tachan de vago o poco ambicioso. Si no ganas mucho dinero para luego reinvertirlo en recuperar la salud que perdiste por trabajar demasiadas horas en una trabajo que odias, con un jefe y compañeros que te acosan, no eres digno de tener dinero.
Y hay mucha gente así. En mi familia son muy de presumir de trabajar muchas horas, y al que prefiere trabajar unas pocas horas y tener más tiempo para vivir, le ponen de vago y le critican pero bien.
En la vida todas las situaciones son espejos que nos pone la vida para mostrarnos algo que no somos capaces de reconocer, ya sea por no prestar atención o por hacer oídos sordos. Entonces es cuando nos despiden o nos hacen mobbing, y esos aparentes obstáculos son señales de que debemos dejar ese trabajo que odiamos para hacer lo que amamos, ya que si nos fuera bien, no nos plantearíamos dejarlo.
Sin embargo, hay gente que no aprende y cuando le despiden o le acosan, en vez de captar el mensaje que le envía la vida, echan pestes del jefe, la empresa, de sus compañeros… van a denunciar, y en lugar de mirar qué es lo que pueden hacer que les guste, les llene y de un valor a la humanidad, se meten en internet a buscar otro empleo de lo que salga.
Otros incidentes también pueden indicarnos que debemos dejar ese trabajo. Accidentes (si me rompo la pierna no tengo que ir a trabajar), tendinitis (si me lesiono no podré cargar cajas), y así.
Una señora que se queja de no tener tiempo por culpa de un trabajo que odiaba. Pidió tener más tiempo y a la semana se rompió una pierna y estuvo un mes descanzando.
Visto así no existe la mala suerte en el trabajo ni la buena suerte. Lo que tendríamos que hacer es ver para qué el universo nos envía situaciones que nos impiden ir al trabajo o nos dan ganas de dejarlo.
También hay gente que tiene programas de no tener trabajo. si por ejemplo un antepasado murió en un accidente de trabajo, o sufrió mucho en un trabajo, es posible que tengas un programa de que trabajar es peligroso, es morirse. Si tus antepasados eran obligados a trabajar en cosas que odiaban para dar todo el salario a sus padres, tal vez inconscientemente tengas un programa de para qué voy a trabajar si nunca voy a tener dinero. Así que puede que no te salgan trabajos o no dures mucho en ellos.
Además tener un trabajo que odias genera mala suerte en la salud: estrés, depresión, problemas cardíacos, lesiones musculares… Toda una serie de síntomas que te están mandando una señal de dejar el trabajo.
Pero tenemos tan instalado la cosa de tener un trabajo aburrido pero fijo y seguro, y el miedo a de qué vamos a vivir, que pensamos que no podemos dejar ese trabajo porque si lo hacemos no nos saldrá otro mejor, y así, manifestamos que tenemos que quedarnos en ese trabajo porque si no, no encontraremos otro. Y nos quejamos de tener mala suerte en el trabajo cuando no nos pagan, cuando en realidad tal vez el universo nos está enviando el mensaje de que no nos valoramos lo suficiente y por eso nos aparece un tío que nos insulta.
Claro que no es lo mismo cuando uno es joven vive con sus padres y no tiene cargas, que cuando uno tiene hijos e hipotecas que pagar. Un padre de familia tiene más miedos a hacer algo que le haga feliz que un joven con toda la vida por delante. Pero hay muchos casos de personas con hijos, casa de por medio, que se han atrevido dejarlo todo atrás y han tenido éxito.
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