Somos tan, pero tan privilegiados, hemos sido tan, pero tan bendecidos, y Dios nos ha dado tanto; tanto, qué muchas veces nos acostumbramos a eso, lo vemos como natural, creemos que todos viven como nosotros, que así es la vida, y perdemos esa linda y noble capacidad de agradecer.
No solo no nos falta comida en la mesa, si no que podemos escoger qué comer y hacer varios tiempos de comida. No solo tenemos ropa para abrigarnos, si no que tenemos la posibilidad de escoger entre muchas opciones. No solo tenemos una cama donde dormir, si no que tenemos una casa con varias habitaciones. No solo tenemos una forma de ganarnos la vida, si no que nuestros ingresos nos alcanzan para más que satisfacer nuestra necesidades básicas de subsistencia. Seguramente no solo aprendimos a leer y escribir sino que pudimos sacar un título o aprender un oficio que nos facultan para trabajar en lo que nos hace sentirnos bien.
Tambien queremos recordarte que oramos por ti, por cada petición de oración que recibimos a nuestros correos aunque el tiempo nos falte para contestarlas, siempre siempre las tenemos presente en nuestras oraciones, intercediendo por cada una de ellas porque confiamos en la palabra de Dios que nos dice que presentemos ante Él todas nuestras peticiones y también como un deber de hermanos que tenemos para con ustedes.